» El Mundo Diverso»

» La tolerancia unilateral engendra el abuso de aquellos que se han acostumbrado a ser tolerados, sin tener que tolerar ellos a nadie» JR

 

 

Aquello a lo que llamamos diversidad no es otra cosa que el fruto de la tolerancia. 

Gracias a la tolerancia es que muchas nuevas ideas han aparecido y muchas maneras de vivir se han manifestado y hoy conviven con la nuestra.

Sin embargo, en aquellos lugares en donde la tolerancia no es la norma, es la homogeneidad lo que abunda.

Por eso es interesante analizar las culturas desde el punto de vista de la diversidad. Si una cultura convive pacíficamente con la diversidad, significa que es tolerante y si no la acepta, es  entonces una cultura intolerante.

El peligro radica en que cuando la tolerancia no crece en todas las direcciones la diversidad se acaba.

Existen hoy muchas corrientes que enarbolan la bandera de la diversidad pero que suelen hacerlo sólo cuando les conviene.

Para ellos la diversidad interesa cuando implica tolerar la propia diversidad, pero cuando se trata de tolerar la diversidad ajena, entonces el discurso cambia.

Es curioso ver cómo aquel que es tolerado en su propia diversidad se muestra obstinadamente intolerante con la diversidad ajena.

No debemos olvidar bajo ningún concepto que nuestra propia diversidad está sostenida por la tolerancia del otro, del mismo modo en que nuestros derechos se sostienen con las obligaciones de los demás ciudadanos.  

Mi educación pública, mi sanidad y mi seguridad, mi estado de bienestar están sostenidos por aquellos ciudadanos que pagan sus impuestos y cumplen con las normas de convivencia.

Nuestra juventud olvida a menudo que aquello a lo que denomina sus derechos  son en realidad las obligaciones cumplidas de los otros, y que les han sido proporcionados por unos ciudadanos que esperan en algun momento una retribución justa del bienestar ofrecido.

Asi es como funciona el sistema, que está pensado idealmente como un toma y daca que gira igual que una rueda eterna.

Esto mismo sucede con la tolerancia, porque aquel que tolera espera también ser tolerado. Y sólo esa bidireccionalidad hará que la verdadera diversidad sea posible. 

Promover la diversidad no es otra cosa entonces que impulsar a la tolerancia, pero siempre debe hacerse en todas las direcciones.

JR

 

» Cuando tu bondad va hacia una sola dirección sospecho que no es nada  buena.» JR

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