¡Qué fastidio trabajar! Ha sido una frase que probablemente muchos han querido mencionar. Y de verdad que SI…qué fastidio!
En el mundo laboral es donde pasamos más del 50% de nuestro tiempo diario de vida, es allí donde lo tedioso se puede volver delicioso, si así estás dispuesto a cambiar.
Pero cómo hacerlo?
Pues, no trabajes.
Cuando trabajas en algo que no te gusta, te aburres.
Tu pasión baja de revolución, o como dicen los diseñadores: Estás en baja de resolución.
Es decir, tus funciones bajan de calidad.
Un trabajador no puede desarrollar una labor con eficiencia si no le gusta o disfruta su profesión.
Al conferencista Jorge Martínez un amigo le preguntó: Cómo está Jorge, mucho trabajo? A lo cual, él contestó: No hermano, tengo tiempo que ya no trabajo.
¿Y qué le pasó?, le dijo el amigo.
Jorge le mencionó: No, no, es que desde hace rato me estoy divirtiendo con lo que estoy haciendo, lo estoy DISFRUTANDO.
Esta anécdota nos hace reflexionar si realmente nos estamos divirtiendo con nuestra profesión u oficio. No me refiero que estemos siempre muertos de la risa y haciendo las funciones de manera mediocre.
Al contrario, podemos disfrutar de una vida laboral si tú mismo lo permites, ver las cosas de otro punto de vista para que tus neuronas no se quemen poco a poco, y siempre tengas una proyección profesional con altos estándares productivos.
Te invitamos a exprimir el líquido de tu buena actitud, para ti hacia los demás, con pasión y convicción.