CAPÍTULO
I "...
pues el agua era, según él (Orfeo), el principio de la totalidad de las
cosas; del agua se formó el barro y de ambos nació un ser vivo, una
serpiente con una cabeza de león superpuesta y, en medio de ella, el
rostro de un dios, de nombre Heracles o Crono. Este Heracles engendró un
huevo enorme que, rellenado completamente por la fuerza de su progenitor,
se rompió en dos mediante fricción. Así su parte superior se convirtió
en Urano y su parte inferior en Ge. Y salió también un dios de dos
cuerpos. Urano, tras unirse a Ge, engendra a Cloto, Láquesis y Átropo,
femeninas..."
"EL
BANQUETE" DE PLATÓN[1] Hay
muchos mitos acerca de la razón de ser del amor, desde la antigua Grecia
los hombres se han cuestionado su razón de ser y es por eso que Platón
en su diálogo “El Banquete”, cuenta por boca de Aristófanes uno de
los Misterios Órficos, en donde se trata explicar el origen del Amor, de
la necesidad de sentirse querido y de amar. El
"Banquete" es uno de los diálogos platónicos más ricos. El
argumento nos sitúa en la casa de Agatón, quién está celebrando con
sus amigos más cercanos un importante premio recibido en el Agón trágico.
El relato tiene por tema central el Amor y manifiesta que hay muchas
maneras de enfocarlo, por ejemplo: Ø
Phaidros,
uno de los invitados, dice
que el amor es un antiguo dios y por eso es difícil explicar su origen; Ø
Pausanias
dice que el amor va relacionado con Afrodita y que ella
comprende dos tipos de amor:
uno que es sensual, popular que se dirige más a los sentidos y el otro
dirigido a la inteligencia. Para
Pausanias, el amante debe amar el alma y el alma es la virtud. El amor
tiene por fundamento el hacer a ambos amantes felices. Ø
Para
Eryxímacos, un médico invitado, el amor no reside únicamente en el alma
de las personas, sino que está en todos los seres, lo considera como la
unión entre contrarios[2],
es decir, busca un equilibrio (bueno y malo, frío y caliente, etc.). Finalmente
es el turno de Aristófanes, quién cree que antiguamente existieron tres
formas de hombres: Unos eran
todo hombres, otros todo mujeres, y los terceros hombre y mujer a la vez,
los que eran llamados Andróginos (especie inferior a las dos primeras).
Las
tres clases de hombres eran dobles; dos hombres unidos, dos mujeres unidas
y un hombre y una mujer unidos; su unión se daba por el vientre de modo
que tenían una forma redonda, pecho y espalda como una esfera. Tenían
cuatro brazos y cuatro pierna, dos caras opuestas la una a la otra, cuatro
orejas, dos órganos genitales colocados al mismo lado con vistas a la
terminación de la espalda y el resto de la misma proporción. Estos
seres así unidos, llenos de amor el uno por el otro, engendraban a sus
semejantes no uniéndose, sino dejando caer la semilla a la tierra como
las cigarras. Es
bueno considerar que en el pensamiento antiguo dos elementos son muy
importantes, por un lado la Idea de la Esfera. Recordemos que los seres
primigenios, por su forma, son esféricos. La Esfera en la mitología, en
el pensamiento mágico y en las deducciones de los filósofos cosmológicos[3],
está llena de significado y cifrada de un mensaje de perfección. Jenófanes[4],
al derogar la idea del dios antropomórfico lo hace en nombre de la
esfera; la esfera es la figura más perfecta y por eso puede representar a
la divinidad con exactitud que
la imagen del hombre, pues su perfección reside en que todos los puntos
equidistan del centro separados por la misma distancia. Por
otro lado la idea del ser reproduciéndose no por contacto sexual, sino
que dejando caer una semilla a la tierra es muy antigua. Los griegos
arcaicos creían ver en la Cigarra un claro ejemplo de esto, pues veían
que la cigarra se enterraba bajo tierra y luego, de ese entierro nacía la
nueva generación. Por eso muchos poetas, y el mismo Homero, la llaman
"divina". También en la Teogonía está idea de la generación
espontánea está presente en el nacimiento de muchos de los dioses. La
gran diferencia entre estas especies se encuentra en sus orígenes: el
sexo masculino está producido por el Sol, el femenino por la Tierra, y el
tercero (Andróginos) compuesto por la Luna, la que participa de la Tierra
y del Sol. Sus
cuerpos eran fuertes y vigorosos, se volvieron insolentes, osados y
orgullosos; tuvieron la osadía de subir al cielo y enfrentarse con los
Titanes. Zeus enfurecido buscó una manera ejemplar de castigar dicho
atrevimiento. Al
comienzo no sabía como actuar, pues si decidía eliminar a toda la raza
también desaparecería el culto hacia él. Sin embargo, no podía dejar
sin castigo dicha insolencia. Resolvió lo que haría para castigarlos y
debilitarlos. Los separaría en dos mitades encargando a Apolo que curara
las heridas y rotara la mitad cara hacia el lado donde se había efectuado
la separación con el fin de que recordaran siempre la insolencia cometida
y se volvieran más humildes. Apolo, como gran amo de la belleza y la
sanación, cerró la herida de tal forma que quedaron sólo algunos
pliegues y una pequeña cicatriz, la que hoy en día conocemos como
ombligo. Hecha
esta división cada mitad buscó a su otra parte y al encontrarse se
abrazaban e intentaban volver a la antigua unidad. Permanecían juntos
hasta que uno de los dos perecía y cuando esto ocurría, la mitad que
sobrevivía se unía otra sin importar que ésta fuera la mitad de una
mujer entera (a la que hoy conocemos como mujer), o un hombre. A
medida que iban muriendo la raza se extinguía, pues los órganos de
reproducción se encontraban en la parte posterior del cuerpo con lo que
no podían engendrar semejantes. Y fue por esto que Zeus, entre
compadecido y asustado por quedarse sin súbditos, puso delante aquellos
órganos e hizo posible la generación y la reproducción. Pero éstas
ahora sólo eran posibles si se unían un varón y una hembra,
ya que cuando dos seres del mismo
sexo se unían, la saciedad los separaba muy pronto y volvían a sus
individualidades. Sin embargo, en el fondo de cada ser está guardado el
primitivo sentimiento de amor que se siente por la otra mitad a la que se
estaba unido. Así
podemos explicar que los hombres nacidos de los hombres dobles se amen
entre sí (homosexuales); que las mujeres nacidas de mujeres dobles se
amen entre sí (lesbianas); y que los hombres y mujeres nacidos de Andróginos
se amen unos a otros. Este
mito ha sido puesto para explicar y calificar todas las especies de amor
humano. De ahí procede el amor que sentimos los unos por los otros.
Podemos decir entonces que el amor no es más que el sentimiento de búsqueda
de nuestra otra mitad, del deseo de volver a la antigua perfección y
recobrar nuestro primitivo estado. Debemos mostrarnos modestos,
benevolentes, y humildes frente a los dioses y así conseguiremos
encontrar la otra mitad que nos complementa y alcanzaremos la preciada
felicidad. CAPÍTULO
II ORFEO Orfeo,
en la mitología griega, poeta y músico, hijo de la musa Calíope y de
Apolo, dios de la música, o de Eagro, rey de Tracia.
Recibió la lira de Apolo y llegó a ser un músico tan excelente
que no tuvo rival entre los mortales.
Cuando Orfeo tocaba y cantaba, conmoví a todas las cosas tanto
animadas como inanimadas. Su
música encantaba a los árboles y las rocas, amansaba las fieras y hasta
los ríos cambiaban su curso para seguirlo. Orfeo
es más conocido por su desafortunado matrimonio con la adorable ninfa Eurídice.
Poco después de la boda, la novia sufrió la picadura de una víbora
y murió. Abrumado por el dolor, Orfeo decidió ir al mundo
subterráneo para buscarla y llevarla otra vez al mundo de los vivos, algo
que nadie había hecho hasta entonces.
Hades, el soberano del reino subterráneo, quedó tan conmovido por
su música que le devolvió a Eurídice, con la condición de que el no
volviera la cabeza hacia atrás mientras regresaban al mundo de los vivos.
Orfeo no pudo dominar su ansiedad, y cuando alcanzó la luz del día giró
la cabeza, por lo que Eurídice se desvaneció. Desesperado, Orfeo renunció
a la compañía humana, y vagó por el desierto, tocando su música para
las rocas, los árboles y los ríos.
Finalmente, un violento grupo de mujeres tracias, seguidoras del
dios Dionisio, se encontró con el delicado músico y lo mataron.
Cuando ellas arrojaron su cabeza cortada al río Hebro, ésta
continuó llamando a Eurídice y llegó finalmente a la costa de la Isla
de Lemnos donde
las musas lo sepultaron. Después
de su muerte, la lira de Orfeo se transformó en la constelación Lira. "...Así
llegamos al orfismo, que fue una
secta griega. Los órficos tenían un polimorfismo antropomórfico y decían
que el hijo de Zeus, Dionisos, había sido devorado por los Titanes,
excepto el corazón, que llegó a manos de Zeus. Zeus destruyó a los
Titanes y de las cenizas de los Titanes emergieron los hombres, cuya
existencia aloja dentro de sí el mal de los Titanes y el bien de
Dionisos. Acá tenemos los siguientes elementos: 1)
La reencarnación o recorporización del alma; (metempsicosis) 2)
El principio de la independencia del alma respecto del cuerpo (el alma está
encadenada al cuerpo), y 3)
Los órficos establecen la abstinencia de la carne para evitar, otra vez,
comerse a Dionisos. Por
último la acentuación del dualismo cuerpo y alma. Se repite el principio
según el cual el alma, purificando el cuerpo, podía liberarse. Una
vez más tenemos el concepto brahmánico por el cual si no se realizan las
prácticas de purificación, el alma va a girar eternamente en la rueda de
las reencarnaciones y en una interminable sucesión de vidas animales y
humanas. De manera tal que las cosas vivientes están todas emparentadas y
que matar a un animal equivale a matar a alguien de su propia familia. El otro elemento que se presenta aquí, a
semejanza de las religiones más antiguas, es que por medio de la voluntad
y siguiendo ciertas fórmulas el alma conseguía escapar del ciclo kármico
y podía retornar a la ansiada compañía de los dioses..."[5]
Orphanos no solamente es "huérfanos", sino vacío. En
efecto, soledad y orfandad son, en último término, experiencias del vacío..."[7] CAPÍTULO
III traducciones Himno a Niké Oh
poderosa Niké[8], por hombres deseada, Con
pechos adversos al espantoso fuego furioso, Entonces
invoco, sólo a aquellos que pueden sofocarlo Conteniendo
la rabia, molestando furiosa En
la ligera batalla al cuervo conquistador El
premio de la victoria, la marca del suave renombre
Por
tu autoridad sobre todas las cosas, divina Niké Y
gloriosa contienda, y alegres gritos tuyos
Ven,
grandísima diosa, y tus súplicas bendice, Con
ojo centelleante, alborozada con el éxito;
Puedes
ilustrar por escrito tus preces de protección, Y
se encuentra brillando con fama inmortal. Ven,
Bendito Dionisio[9], por todos nombrado, Cara
de toro, engendro del trueno (Sterophj)
Rey
dios[10]
de poder universal, Que
espada y sangre, y deliciosa cólera sagrada: En
el cielo regocijándose, enojado, dios sonoro y tronador, Furioso
inspirador, portador de tiranía[11]: Por
los dioses venerado, el cual vive con la especie humana, Ven
propicioso, con mente regocijada/alegre/abierta. Himno a las Musas
Atiendan
Musas[12]
a mi canto sagrado Y
aprendan al rito que el sacrificio pertence[13] A
Zeus[14]
yo invoco, la tierra, la luz solar, Al
puro esplendor de la Luna, a Eos [15] A
Erebo [16], a Poseidón[17]
máximo de las profundidades Del
mar de cabellos oscuros Cuyas
olas surgen del sólido suelo; Deméter
[18],
abundante y amorosa [19]Proserpina,
esposa del infernal Hades [20]; El
Pabellón de Aretemisa [21]
y luminosos rayos de Febo [22] Lejano
y oscuro dios, objeto del elogio délfico[23] Y
Dionisios[24] glorificado por los coros
celestiales Y
rabiando Ares[25] y Hefestos,[26]
dios de la forja Y
el fuerte poder que se levantó desde la espuma A
la luz Y Hades potente en la realidad de la noche La
joven Hebe[27] y Hércules[28]
el fuerte y tú[29] A
quien los cuidados del nacer pertenecen. Justicia
y Piedad augusta invoco Y
ninfas[30]
de mucha fama y Pan[31]
el dios de todos A
la sagrada Hera[32] y la Némesis[33]
justa y a las castas Musas yo dirijo mis oraciones Muchos
años a las Gracias[34]
y a las Horas[35] De
equilibrados cabellos, a Latona y a los poderes de Dión, Los
Curetes armados, a los dioses protectores llamo yo Con
quienes llega la primavera de Zeus, rey todopoderoso Las
divinas ideas,[36] el ángel del cielo y
la Justa Temis Con
sus imperdibles ojos Con la antigua noche y la luz del día yo imploro Y
a Dike y a la Fe, del modo correcto adoro Cronos
y Rea y a la grandiosa Tetis también. Juntos
en un velo luminoso de azul celestial Yo
llamo al grandioso Océano y al hermoso carro de las Ninfas. A
Atlas el fuerte, que es siempre el primero, de
vigor eterno y de tiempo infinito La
laguna Estigia y el lugar de los dioses además a
los muchos genios que presiden la
ilustrísima Providencia, el noble carro de forma divina que
llena las planicies eternas y
viven en el aire, en el agua, tierra o fuego o
bien retirados profundamente por debajo de la tierra. Dionisios
y Selemé, amigos de todos y
la blanca Leucotea que llamo yo del mar ; ................................................................... y
dulce idioma de Nike, con regocijado éxito , alegría ; El
gran Asclepio, experto en curar enfermedades y
la Terrible Atenea, quien se complace en las batallas duras y feroces y
truenos y huracanes hacen estremecerse las columnas con
terribles mugidos forcejean enfrentadas contra el viento. Ate,
la madre del poder en el cielo y
el justo y hermoso Adonis, jamás sentenciado a muerte, final
y principio de todos y para todos. A
todos estos con su propicio auxilio yo suavemente invoco yo
llamo a Hécate, hermosa dama de
cuerpo terrenal, acuoso y celestial, sepulcral,
en un adornado y azafranado velo. Complacido
con los oscuros fantasmas que se pierden en la sombra; Perseo,
inconquistable cazador saluda, el
portador de la clave del mundo nunca sentenciado a fallar; sobre
el rugido de la roca se escuchan estos deleites;
lideres
y cuidadores presencian nuestros ritos; propiciosa
garantía del éxito de
nuestros deseos : Acepten
nuestro homenaje y el bendito incienso.
Himno a Rhea Hija
de la gran Protogenia[37],
divina,
ilustrísima Rhea[38],
a
mi plegaria inclina,
quien
bendice el bendito carro conmigo,
dibujado
por fieras y leones,
terribles
y fuertes.madre de Zeus,[39]
cuyo
brazo puedes esgrimir la
venganza arremete, Y sacude el terrible escudo. Tambores suenan frenéticos, sobre un espléndido semblante, latones[40] ruidosos, distinguidos, bendito rey Cronos[41] te regocijas en montañas y luchas tumultuosas y los hombres chillan horrorizados, tú te deleitas. padres de la guerra, poderosos de majestuosa forma, Salvador poderoso, liberando la dama. madre de dioses y hombres, de quien la tierra y del encumbrado cielo proviene su glorioso nacimiento; el etéreo ventarrón, la profundidad del inmenso mar diosa aérea procede como tu Ven, por favor, atiende nuestras brillantes labores; danos rica abundancia y donde encontrarla Conduce las enfermedades con destino a tierras remotas. [1] También llamado "Symposio" o "Dialogo sobre el Amor" [2] Confrontar con el concepto de Dialéctica en Heráclito. [3] También llamados "Filósofos Presocráticos" o simplemente "Físicos" [4] Jenófanes: filósofo griego fundador de la escuela eleática. Nació en Colofón, Asia Menor, entre el 580 y 578 a.C. [5] Extracto de la "Revista Alcmeon 24", Año VIII, Vol. 6, Nº 4, Marzo de 1998, Artículo del Dr., Hugo R. Marietán. [6] Octavio Paz cita a Amable Audin, en "Les Fetes Solaires" [7] Extracto de "El Laberinto de la Soledad", Octavio Paz, pág. 187 [8] Nike, personificación de la Victoria, adorada por su valor guerrero en la época arcaica, fue luego conviertiéndose en un concepto de triunfo más amplio, incluso moral. [9] Dionisios, dios de la exaltación, de la embriaguez del espíritu, del abismo de la sensibilidad y del Teatro [10] Rey-Dios, los dioses griegos, al ser personificados y caracterizados como seres humanos tenían plana competencia en los asuntos del poder temporal. [11] Para los griegos la tiranía no significaba lo que es para nosotros hoy en día. Antiguamente los tiranos griegos se dedicaban a gobernar preocupando al Estado del pueblo, limitando los abusos de los jueces, muy corruptos durante el período Arcaico, y eran generalmente nombrados por consenso popular. [12] Musas, divinidades inspiradoras de la poesía y canto. Ellas entretenían a los dioses en el Olimpo con sus danzas y sus cantos; y contaban con toda su confianza. [13] se refiere a que las musas teníain un ritual establecido, mediante el cual otorgaban sus favores al solicitante [14] Máxima divinidad griega. [15] Diosa hermana del Sol (Helios) y de la Luna (Selemé), quien aparecía al llegar la noche en un carro tirado por caballos anunciando el retorno del Sol. [16] En este caso se refiere a que invoca a lo más obscuro de la noche , a lo más negro de ella. [17] Dios de los mares y profundidades. [18] Diosa de la tierra cultivada , favorece la germinación del trigo. [19] Hija de Júpiter y Ceres, quien al haber sido raptada por Hades y al haber comido una semilla de granada en el reino de las sombras se vio obligada a permanecer allí un tercio del año como esposa de su raptor. La leyenda dice que los otros dos tercios del año los pasa con su madre y con su padre, marcando las distintas estaciones del año: Primavera y Verano respectivamente. (Cuando está con Hades es invierno en la superficie terrestre). [20] Es el anteriormente mencionado rey de las profundidades [21] Pabellón de Artemisa es una referencia al hierón (templo genérico, hierón etimológicamente significa sagrado) [22] Conocido como Apolo, dios de la luz, como tal debía proteger a los artistas, navegantes y médicos. [23] Elogio Délfico es la alabanza dirigida al dios de Delfos, Apolo, y durante tres meses al año Dionisios. Estos elogios solían ser Ditirambos o fiestas teatrales. [24] Dios del vino y la embriaguez, de las fiestas, del éxtasis, del delirio y vendimia. [25] Ares, dios de la guerra, de carácter brutal, amante de la lucha y sembrador de las enemistades, era despreciado por los helenos, dios impulsivo, Homero lo llama el “asesino”. Para los Romanos, en Marte (Ares) veían un ejemplo de conducta. [26] Dio Herrero, protege el trabajo de metales, en especial el bronce, y el desarrollo de la técnicas y las ciencias, es considerado el artesano divino [27] Hebe, tenía el privilegio de la eterna juventud, por esto era la doncella consagrada a los quehaceres domésticos. Se desposó con Heracles. [28] Hercules o Heracles, hijo divino de Zeus, conocido por su fuerza prodigiosa y por las doce tareas que hubo de realizar. [29] Se dirigen a Zeus. [30] divinidades secundarias femeninas, representantes de la fecundidad, de la naturaleza vegetal y animal (incluido el hombre). Protegen a los novios y aconsejan a los mortales; con sus aguas curan a los enfermos. Se dividen en dos grupos: Las de las aguas; Oceánides y Nereidas y las de la tierra; Driadas. [31] Pan, dios de los pastores y rebaños, tenía piernas de cabra y torso humano, es el dios que la cristiandad ha convertido en la imagen del demonio, por excelencia, con el tiempo se convirtió en el dios de la sanación y curación ya que conocía todos los secretos de los bosques y la naturaleza, porque vivía cerca de Gea (madre tierra). Su nombre significa “todo” o “todos”, pues fue del agrado de todos los dioses apenas fue presentado por Hermes, su padre. [32] Hera, esposa del gran Zeus, es venerada como la protectora de todas las esposas y madres, a quienes ayudaba en el parto. Era venerada principalmente en Laconia apodándosele la Argiva, de ahí su carácter violento y vengativo. [33] Némesis, personificación del castigo divino, premiaba o penaba a los hombres por las acciones cometidas, los juzgaba y sentenciaba. Conocida como la Diosa de la Venganza es representada frecuentemente usando corona y manto. A veces tiene el dedo cruzado sobre sus labios indicando que para no atraer la cólera de los dioses conviene ser discreto. [34] Las gracias son Aglae, Efrosina y Thalía, hijas de Zeus y Euriname. Personifican el encanto. Se ncargan de esparcir la belleza y alegría en el corazón de los hombres e incluso de los dioses. [35] Horas: Eunomía (Disciplina), Dike (Justicia), Eirene (Paz). Hijas de Zeus y Temis. Primero fueron divinidades de la fertilidad, de las estacines y luego del orden natural y, finalmente, aumentadas en número (las doce hermanas) personificaron a las horas del día. Tenían dos funciones fundamentales: precedían la vegetación y velaban por las instituciones políticas y sociales. [36] Idea, etimológicamente deriva del verbo ver, así, para los griegos una idea era situación de percepción [37] Protogenia, la palabra significa literalmente “primera nacida”, puede referirse a la misma Rea. [38] Rea, Titania, esposa de Uranos, el cielo. Formadora celestial de la matriz del Universo, nótese que en el origen están presentes los elementos femeninos con fuerza. [39] Zeus, hijos de Cronos y nieto de Uranos, libertó a sus hermanos del vientre de Zeus y formó con ellos el consejo de los Doce Dioses, él se reservo el rol de padre y controlador del cielo. [40] Latones, pueblo semi mítico arcaico, muy belicoso. [41] Cronos : el Tiempo, dios poderoso, que derrocó a su padre, que devoró a sus hijos por miedo a perder el control del Universo, del Cosmos, fue batido por Zeus en una Larga Guerra, |