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Causas La principal causa de las guerras médicas consiste en el afán del Imperio persa por
conquistar el mundo, arrasando con poblaciones enteras e imponiendo su ideología y su
dominación política. Además, la conquista de nuevos territorios le generaba al imperio persa
un aumento de riquezas y control sobre el comercio, lo cual incrementaba su poder político,
económico y militar.
Causas de las Guerras Medicas: Se da el nombre de Guerras médicas, al periodo de luchas que
sostuvieron los griegos contra los medos persas entre los años 500 acá al 449 a.m., en los que
se puso de manifiesto el valor y el Heroísmo griego, en defensa de su libertad y democracia,
frente al absolutismo y despotismo del sistema gobernante persa.
1. Se libero a la cultura Occidental (Grecia) del peligro asiático autoritario (Imperio Persa)
3. Los atenienses lograron el control marítimo del Mar Mediterráneo, formando así un imperio
marítimo que llevaría a Atenas a un notable progreso intelectual, artístico, económico y
político "Siglo de Pericles".
4. Las colonias griegas en el Asia Menor, recobraron su independencia del imperio persa.
5. La fama del poder militar y predominio de Atenas, provocaría las Guerras del Peloponeso
entre las ciudades-estado de Atenas y Esparta.
7. Se acentuó el espíritu democrático y patriótico del pueblo griego que, después, los pueblos
del resto de Europa y Occidente habríamos de heredar
7. Se acentuó el espíritu democrático y patriótico del pueblo griego que, después, los pueblos
del resto de Europa y Occidente habríamos de heredar.
Causas de las Guerras Medicas
IV. La oposición entre los sistemas de gobierno: La democracia griega, frente al despotismo
persa.
El Pretexto: El pretexto para el estallido de esta guerra fue la sublevación en el Asia Menor, de
la colonia griega de Mileto, en poder de los persas, que, ayudados por los atenienses,
procedieron a incendiar la ciudad de Sardes, capital de la Satrapía de Lidia, al mismo tiempo
que exhortaban a las demás colonias griegas de esta zona, a emanciparse de la demás persa.
Sin embargo, esta rebelión fue violentamente sofocada por Darío quien juro vengarse de los
atenienses por haber ayudado a Mileto en la sublevación. Fue tal el odio que, a partir de
entonces, guardo el Gran Rey contra los griegos que, se dice, encomendó a un sirviente para
que a la hora de la comida le repitiese esta frase: "Señor, acuérdate de los atenienses".