TikTok puede ser un lugar reconfortante para experimentar la sinestesia

Un número creciente de personas en TikTok afirman experimentar una condición perceptiva que les permite oler colores, ver música o saborear sonidos.
Sinestesia
¿Sinestesia en TikTok?Eugene Mymrin/Getty Images. 

La voz de James Charles sabe a vodka de 5 dólares en una botella de plástico. No es una metáfora, es literalmente lo que experimenta la usuaria de TikTok @tessfstevens cuando escucha a la estrella de Internet cantar una melodía. 

El nombre Harvey, según la usuaria de TikTok @henpuffs, tiene el sabor de la salsa barbecue, mientras que el nombre Daisy sabe ‘como la mantequilla que se ha dejado al sol’. ¿Y cómo es la voz de Miley Cyrus? El año pasado, @sarahkraning dijo que era verde oscura, con toques de azul cielo.

Todos estos TikTokers (y muchos más) experimentan sinestesia, una condición perceptiva en la que se cruzan dos sentidos, lo que significa que los sinestésicos pueden oler colores, ver música o saborear sonidos. 

El contenido sobre este fenómeno es muy popular en la aplicación TikTok: Los videos con la etiqueta #synesthesia han acumulado unos 289 millones de visitas, y los sinestésicos reciben innumerables comentarios de personas que les ruegan que saboreen sus nombres o describan el color de su canción favorita (y al menos un TikToker solicita directamente ‘donaciones’ a través de PayPal, a raíz de estas peticiones).

Pero espera: La sinestesia es rara, ¿verdad? Se calcula que la sinestesia léxico-gustativa, que consiste en saborear las palabras, se da en menos del 0,2% de la población. ¿Y cómo es que las celebridades que no nos gustan parecen tener mal sabor, mientras que las queridas saben a ‘pan de maíz caliente y copos de nieve’?

En el pasado, los TikTokers con trastorno de identidad disociativo (TID) han sido acusados de fingir su diagnóstico para alcanzar la fama. ¿Estará ocurriendo algo sospechoso y similar con la #sinestesia?

Algunos usuarios manifiestan poder sentir olores al ver imágenes en TikTok. 

DrPixel/Getty Images

Esta misma línea de investigación forma parte de una larga historia de escepticismo en torno a la sinestesia. Mientras que en 1993, el neurólogo Richard E. Cytowic estimó por primera vez que sólo una de cada 100,000 personas tenía sinestesia, investigaciones más recientes del laboratorio de sinestesia Multisense de la Universidad de Sussex sitúan la prevalencia en el 4,4% de la población. ‘La sospecha es que en realidad se trata de algo bastante común’, dice el neurocientífico John Harrison, autor de Synaesthesia: The Strangest Thing.

Harrison cuenta que, cuando empezó a estudiar la sinestesia con el psicólogo Simon Baren-Cohen en los años 80, ‘prácticamente se rieron de él’ en un club de neuroftalmología de Londres. 'Volví unos años después con unas bonitas fotos de cerebros, y todo el mundo dijo: ‘Sí, siempre sospeché que habría que investigar más de esto’, dice Harrison.

En 1995, Harrison y Baron-Cohen sometieron a seis sinestésicos a escáneres PET mientras les ponían palabras y tonos distintos. Al escuchar los sonidos, las cortezas visuales de los sinestésicos se ‘iluminaron’ en los escáneres. Los resultados, dice Harrison, fueron ‘bastante sorprendentes’: se había mapeado una experiencia sensorial subjetiva. Desde entonces, se han llevado a cabo cada vez más estudios de imagen cerebral, y Harrison afirma que el fenómeno ha ‘pasado de la neurología romántica, a ser una corriente principal’. 

Sin embargo, cuando se trata de una persona normal en la calle (o en TikTok), Harrison señala: ‘Si alguien dice que es un sinestésico, a menos que tengas mucho dinero y mucho tiempo, tienes que creer en su palabra’.

La subjetividad significa que incluso los sinestésicos dudan de sí mismos: en el subreddit r/synesthesia hay numerosos posts con títulos como: ‘Creo que mi sinestesia es falsa’, ‘No sé si soy falso o no con mis sentidos’ y ‘¿Estoy fingiendo?’. Algunos de estos Redditors expresan su preocupación porque solo querían sentirse especiales o cool. 

Entonces, ¿qué pasa con la sinestesia en TikTok? Harrison dice que cuando conoció a los primeros sinestésicos con los que tuvo contacto, hace cuatro décadas, ellos eran reacios a hablar de su condición porque temían ser expuestos al ridículo. ‘Eso parece haber cambiado’, dice. ‘Ahora es algo muy sexy ser un sinestésico’. 

Por supuesto, esto podría tentar a los cazadores de oportunidades a mentir, pero SynesthesiaTok podría simplemente autorreforzar la creencia: El hashtag da a conocer la condición, lo que a su vez permite que más y más personas se enteren de que la tienen. Sarah Kraning es una artista de 29 años y es una sinestésica auditiva-visual de Minneapolis, y descubrió el nombre de lo que padecía en una clase de psicología de la universidad: ‘Fue un momento muy emotivo y de gran impacto para mí’, dice.

Cuando era niña, Kraning dejó de hablar de sus sentidos, después de que sus amigos y familiares se rieran o se mostraban confundidos. Kraning ve colores, texturas y patrones cuando oye sonidos, y solía tener problemas en la escuela cuando los profesores ponían música durante los exámenes. Hoy vende obras de arte basadas en lo que oye y habla de su sinestesia con regularidad en TikTok, en donde tiene 512,000 seguidores. Ella es la que dijo que la voz de Miley Cyrus era verde oscuro con tonos de azul. 

Kraning se ha sometido a una serie de pruebas llamadas la ‘Batería de Sinestesia’, desarrolladas por científicos de la Universidad de Texas en 2007, que demostraron que su sinestesia auditiva-visual era real y consistente. ‘Lo entiendo’, dice sobre el escepticismo, ‘entiendo que es algo muy extraño si no te han educado al respecto’.

Sin embargo, TikTok ha sido amable con ella. ‘Fue tranquilizador ver la aceptación y la respuesta positiva’, dice Kraning. Para ella, la aplicación es una forma de educar a la gente sobre la sinestesia y concienciar. ‘En mi caso, cuando era niña, la verdad es que me sentía muy sola’, dice. ‘Que la gente comente y diga que se siente realmente aceptada, es ahí cuando las redes sociales son más poderosas’.

Aun así, eso no significa que todo sea siempre bueno (o huela, o sepa bien). Henry Gray es un joven de 23 años que trabaja en un bar de Newcastle (Inglaterra) y tiene 12,000 seguidores en su cuenta, @henpuffs; en ella le narra a la gente lo que le recuerdan sus nombres, y a cambio, estas pueden hacer donaciones a su PayPal. Uno de sus videos, en el que dice que el nombre Kirsty huele a orina, algo parece sospechoso, ya que Gray está respondiendo a un contundente comentario: ‘Los padres de mi amiga se acaban de divorciar y está muy triste. ¿Podrías decir qué siente cuando oyes el nombre Kirsty?’. 

Algunos usuarios más jóvenes de la plataforma también buscan herramientas para ‘destacar’ en TikTok. 

Getty.

Gray admite ahora que le pidió a un amigo que enviara el comentario: Es decir, no hay ninguna Kirsty con padres divorciados. Pero él es, dice, un sinestésico: Desde que era pequeño, ciertas palabras siempre le han provocado sabores, sensaciones e imágenes. Recuerda que, de niño, se sentaba a la mesa a comer pudín de fresa con su prima Emily y comentaba: ‘Esto te debe gustar mucho’; al fin y al cabo, era a lo que le sabía la palabra pudín. Su propio nombre es un suave sándwich de jamón y queso, ligeramente aplastado en una parrilla. 

'Suena grosero, pero 'Kirsty' ha sido siempre genuinamente el olor que me provoca la orina', afirma Gray vía correo electrónico (aunque el comentario fue puesto por un amigo), su respuesta en TikTok fue real ¿Por qué lo hizo?: ‘Mi cuenta es principalmente para hacer reír y entretener a la gente’, dice. Él también espera ganar ‘presencia’ en la aplicación. Y ha funcionado: El video de Kirsty consiguió casi 700,000 visitas.

Gray se describe a sí mismo como ‘creativo por naturaleza’ y espera que su enfoque humorístico eduque a la gente sobre la sinestesia. Pero admite que algunos nombres no saben a nada, y que de vez en cuando ‘se inventa algo’ para los vídeos sobre estos nombres (eso sí, no se inventa respuestas cuando la gente le ha pagado). 

Gray también exagera a veces con fines cómicos: 'Así, por ejemplo, Bethany es una galleta de un cono de helado, pero le añadí 'gorda' y 'gordita' sólo para que sonara más gracioso, como si estuviera insultando a todas las Bethanys que hay por ahí', dice, señalando que esto lo que hace que la gente comparta el vídeo con amigas que se llaman Bethany. ‘Pero en general’, continúa Gray, ‘digo lo que genuinamente se me ocurre’. 

Los espectadores, por tanto, no deberían tomarse los relatos humorísticos tan en serio, sino más bien ser cautelosos para no aumentar el escepticismo en torno a la sinestesia en general. 

Julia Simner, profesora de neuropsicología y que dirige el laboratorio de sinestesia de Sussex, dice: ‘Yo no trataría de menospreciar a alguien que dice ser sinestésico, porque los sinestésicos suelen pasar toda su vida temprana sin que nadie les crea, lo que es duro para ellos’. 

La investigación sobre la sinestesia sigue siendo hasta ahora una incógnita. Aún queda mucho por descubrir sobre los fundamentos exactos de este fenómeno. 

Pero para los sinestésicos del mundo, TikTok puede ser un lugar reconfortante, educativo (y divertido).

Artículo originalmente publicado en WIRED UK.