Viagra es el fármaco más común para tratar la impotencia. / AP
Sociedad

La impotencia ya se vence con fármacos en el 90% de casos

Los especialistas dicen que la medicación actual es segura y fácil de tomar, y rechazan que genere problemas cardíacos «La disfunción eréctil no es exclusiva del envejecimiento»

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No hay razón para que la vida sexual comience a decaer a partir de los 50. «La edad es un factor influyente en la aparición de la disfunción eréctil, pero no debemos pensar que es algo exclusivo del paso del tiempo. Es un error». La impotencia puede aparecer en cualquier momento, según aseguró ayer el urólogo Ander Astobieta, que aprovechó para dar una buena noticia: los medicamentos disponibles desde finales de los años 90, seguros y fáciles de tomar, permiten superar este problema de salud en la mayoría de los casos, «casi en el 90%». Sin embargo, la vergüenza y el pudor alejan de las consultas a uno de cada cuatro afectados.

La mayoría de los varones que han superado la cincuentena (53,7%) vive con la idea equivocada de que la pérdida de deseo y potencia sexual es algo inherente a la edad y que, por lo tanto, en-frentarse al paso del tiempo vale de muy poco. El problema es que muchos médicos, no sólo de Atención Primaria, sino también algunos especialistas, lo creen así, se-gún afirmó Ander Astobieta, de la Asociación Española para la Salud Sexual (AESS), en la presentación de los datos del informe El sexo en la madurez. «Hay que concienciar al paciente para que acuda al médico y formar al facultativo para que le conceda la debida importancia», aseguró.

La atención temprana de la disfunción eréctil no sólo permite afrontar el tratamiento con mayor garantía de éxito, sino, lo que seguramente es más importante, a menudo sirve para atajar también un futuro problema de salud. La pérdida de firmeza en el pene suele ser con frecuencia el aviso de futuros problemas cardiovasculares que pueden intentar evitarse, como por ejemplo un infarto. El exceso de grasa en el organismo, la falta de ejercicio y el mantenimiento de una alimentación des-ordenada son, de hecho, algunas de las causas físicas más directamente ligadas con la impotencia y, como se sabe, también con la enfermedad cardiovascular.

Tres terapias disponibles

El tratamiento contra la disfunción eréctil cambió de manera radical a finales del siglo pasado con la aparición de la primera terapia efectiva por vía oral. Hasta entonces, las únicas soluciones disponibles consistían en inyecciones en el pene (una por relación) y la implantación de prótesis. «Antes se ponían más, pero éste es un tratamiento muy eficaz y duradero, con un índice de satisfacción del 90%», aseguró Astobieta, jefe del servicio de Urología. El mercado farmacéutico ofrece hoy a los hombres tres medicamentos diferentes en forma de pastillas, alguno de ellos con capacidad de mantener su efecto durante 36 horas, lo que da una mayor libertad a las relaciones sexuales. Ninguno de ellos, según los expertos, genera los problemas cardiacos que al principio se les atribuyeron. «Ni siquiera la aspirina está libre de efectos secundarios, pero de esto no hay nada demostrado».

El sexo en la madurez, como otros estudios anteriores, revela todo lo que cuesta a los varones acudir a la consulta del urólogo. Un 78,3% de los españoles mayores de 50 años dice que si sufriera de impotencia, acudiría al especialista. Pero luego, en realidad, sólo lo hace el 56,3%.